viernes, 23 de octubre de 2009

poema nº 5.

Entrando en esa puerta gris vi tu rostro
era blanco como la luz de día
y transparente como ojos de virgen.

Tu pelo brillaba como el atardecer
tus piernas tan fuertes como montañas
reposaban en flores que adornan tus pies.

Tus brillantes colores iluminan mi negro
y los grises tenues que encierran mis ojos
se funden en fantasía cuando me dices te amo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jaja mi amor...eres el más lindo de todos....
Mua
:)
Tu lo sabes jeje