Cartagena:
Cada vez que camino por tus callejuelas recuerdo aquella ciudad en la que vivieron mis antepasados. Pienso primero en aquel instante en que, por primera vez, arribaron a tus playas las carabelas de los españoles. Con el poder de la espada se adueñaron de ti e hicieron esclavos a tus frágiles hijos. Construyeron en tu suelo casas y levantaron un altar para rendir culto a un dios extranjero cuyo emblema es una cruz de madera. Pero tus hijos, cansados ya de sufrir horribles padecimientos, se levantaron contra el hombre español usando la misma arma con la que fueron sometidos. Desde entonces, con tus grandes murallas, te defendiste de todos aquellos que querían aprovecharse de ti, del mismo modo en que Troya resistió al sitio de los enérgicos aqueos. De eso, ahora, ya no queda nada. Por las callejuelas que recorro percibo una ciudad muy diferente de la que evoco: la ciudad heroica está perdiendo su antiguo esplendor. Sólo puedes enorgullecerte de tus murallas, aún firmes, pero de nada más. O tal vez sí: de ese glorioso pasado tuyo que da cuenta de tus esforzadas batallas por conquistar tu libertad. Por eso, infundes en mí un aprecio similar al que tengo por estos zapatos viejos con los que exploro cada uno de tus nostálgicos rincones.
Inspirado en el poema “A mi ciudad nativa” de Luis Carlos López.
Bienvenidos a un espacio creado especialmente para lectores necesitados de escritores que aun se esconden en la alacena. Para algunos que como ustedes, ( o como nosotros ) necesitan de lecturas diferentes y posibilidades infinitas de retroalimentación literaria.(envianos tus escritos a emilianocastroman@hotmail.com todo sera con D.R.A. Claro que si quieres también pondremos tu nombre en el escrito.)
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1 comentario:
Ya es muy poca la gente que reflexiona acerca de nuestro pasado es penoso pensar en que de verdad solo quedan recuerdos
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